Mahón: ciudad y puerto
El puerto de Maó ha sido escenario de contiendas que se remontan al siglo III a. c. Su configuración natural ofrecía excelente abrigo a las naves, por lo que se convirtió en base de sucesivas flotas de guerra. En Maó han dejado sus huellas los fenicios, griegos, púnicos, romanos y vándalos. Maó estuvo también bajo la dominación de Bizancio y los musulmanes, y el propio corsario Barba Roja dejó sangriento rastro por su paso por la isla.
Importante fue la larga dominación inglesa que se prolongó en tres períodos distintos hasta 1802, así como también la presencia en la isla de los franceses. Los sucesivos acontecimientos bélicos explican las fortificaciones y enclaves militares que aún hoy se pueden visitar en el puerto de Maó.
Se tienen noticias de instalaciones portuarias desde finales del siglo XVII, con referencias al “muelle” del Castillo de San Felipe, y de otras más pequeñas en el fondeadero de la Caleta.
Una importante mejora de las obras portuarias se desarrolla a lo largo de todo el siglo XIX. Las infraestructuras hoy utilizadas han sido realizadas en los últimos veinte años y en estudio se encuentran actualmente las propuestas de lo que va ser el puerto de Maó en el futuro más cercano